Bicarbonato de sodio

Limpiar con bicarbonato de sodio: qué, cuándo y cómo

Alguna vez has oído su nombre. Sí, en boca de una madre, una amiga, una influecer o quizá has leído su nombre en algún producto. Baking Soda en inglés, bicarbonato de sodio (o sódico) en español, es de esos limpiadores naturales que triunfan entre los verdaderos amantes de la limpieza y el orden. ¿La razón? Es económico, efectivo, pero sobre todo, biodegradable.

Su textura ligeramente abrasiva y su efecto alcalino lo hacen ideal para eliminar grasa, neutralizar olores y desinfectar superficies. Ah, y puede usarse solo o en pasta con agua o vinagre. Son muchas las soluciones de limpieza que puedes crear con este ingrediente natural.

¿Qué es el bicarbonato de sodio y por qué lo usa tanta gente?

El bicarbonato de sodio (NaHCO₃) es un polvo blanco, soluble en agua, de acción alcalina. Tiene tres grandes ventajas para la limpieza:

  1. Es un abrasivo suave: limpia cualquier superficie sin rayar.
  2. Es un desodorizante natural: neutraliza los malos olores de ambientes, armarios, frigoríficos y mucho más.
  3. Actúa como un desinfectante leve: puede controlar bacterias, moho y hongos en distintas superficies.

Aunque no hay registro global de su consumo, el bicarbonato de sodio se ha vuelto muy popular en el mundo de la limpieza ecológica y eficiente. Lo usaban nuestras madres y las suyas antes que ellas; más recientemente, lo hemos visto en cientos de canales de personas que comparten sus rutinas de limpieza. Y no, no es que nos encante por su etiqueta de biodegradable y muy barato (que también), sino porque es un ingrediente natural que realmente funciona.

¿Qué se puede limpiar con bicarbonato de sodio?

Se puede utilizar bicarbonato de sodio en infinidad de casos, pero estos son los más habituales:

  1. Restos de grasa en la cocina en general, como la campana, la encimera, azulejos y utensilios (sartenes, cazuelas, platos y cubertería).
  2. Formaciones de cal o moho en el baño y la ducha. Es especialmente eficaz limpiando la mampara.
  3. Malos olores en armarios, alfombras o colchones. Su poder desodorizante es similar al carbón vegetal.
  4. Limpieza ligera de metales, ollas o utensilios.

Úsalo:

  • A diario para eliminar olores en superficies.
  • Semanalmente en tapas de desagüe, interior del horno o campanas.
  • Cuando veas manchas, elimina suciedad incrustada o moho.

¿Cómo usar bicarbonato correctamente?

El bicarbonato de sodio, al ser un producto de limpieza abrasivo suave, generalmente podrás usarlo en cualquier lugar u objeto.

Ahora bien, puedes usarlo en seco, es decir, espolvoreando bicarbonato sobre la superficie sucia, dejando actuar de 10-15 minutos y frotando con esponja o paño húmedo. Esta limpieza es ideal para limpiar fregaderos y sartenes.

Otra forma de usar bicarbonato es creando una pasta casera con agua o vinagre de limpieza. Por ejemplo, esta pasta es perfecta para acabar con manchas amarillas en la ropa blanca.

En el caso de que quieras eliminar manchas de moho, cal o quemado, mezcla 3 cucharadas de bicarbonato + 1 de agua. Aplica esta pasta en la zona a tratar, deja actuar 10 y 15 min antes de frotar y enjuagar.

Otro método es espolvorear primero bicarbonato de sodio en la mancha y luego rociar vinagre. Seguidamente, se producirá una reacción espumosa que debemos dejar actuar entre 10 y 15 minutos antes de frotar la mancha y enjuagarla. Este solución casera es excelente para desagües y hornos.

Para lavar los tejidos con bicarbonato, lo ideal es añadir 1/2 taza en la lavadora para neutralizar olores fuertes, como humedad en ropa o toallas.

En el caso de armarios o el frigorífico, podemos colocar un recipiente abierto con bicarbonato para absorber malos olores de forma continua. Esta solución también es eficaz para olores fuertes como el olor a tabaco o el olor a cerrado.

Bicarbonato de sodio para limpiar

Precauciones útiles al usar bicarbonato de sodio

Como cualquier otro producto de limpieza, es necesario tener en cuenta las siguientes precausiones al usar o manipular el bicarbonato de sodio:

  • Es seguro en la mayoría de superficies, pero evita usarlo en lacados delicados o aluminio (puede rayar).
  • Manténlo en un lugar seco y cerrado.
  • Úsalo con guantes si tu piel es sensible, y ventila bien los espacios cerrados.

En definitiva, el bicarbonato de sodio es ideal y hasta diríamos imprescindible en una limpieza ecológica. Recuerda, puedes usarlo como polvo abrasivo, en pasta o combinado con vinagre o agua.

Así que ya sabes, limpia, neutraliza olores y cuida tu hogar sin perjudicar tu salud ni la del planeta. ¡Hasta la próxima guía!

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